lunes, 12 de mayo de 2014

¡Hola, Soy Alex! 

Soy un emprendedor, apasionado, soñador y aventurero por naturaleza. Me gusta vivir al límite e intensidad cada segundo de mi vida, cada viaje, cada experiencia y contagiar esa vitalidad y energía a los que me rodean. Lo veo como un juego, un juego increíble, un juego desafiante, un reto maravilloso, en el que cada vez que juegas lo haces mejor. Creo en la experiencia como fuente de sabiduría. Me gusta tener los ojos bien abiertos, observar allá donde voy a aprender, aprender y disfrutar del camino. 

Me definen como alguien curioso, empático, cariñoso, vivo. Alguien que conserva su asombro infantil vivo, y que se acerca al mundo con ilusión, pasión, riesgo, tolerancia y fe. 
Me considero una persona crítica pero siempre con argumentos y aportando soluciones. El positivismo es sin duda una de mis virtudes. De cualquier situación por mala que parezca se ver el lado más bueno, y explotarlo al máximo. Creo que si un problema no tiene solución no debería considerarse problema. 

Viajar es una de mis pasiones, y quiero y voy a entregarme en esta aventura y transmitir mis valores, ilusión y energía a cada una de las personas que me encuentre por el camino.

Cada viaje que hago ha de suponer un reto para mi, ha de ser una aventura por algún motivo u otro. Eso lo consigo viviendo al límite cada momento, introduciéndome de lleno en la comunidad local, compartiendo conocimientos y experiencias con la gente de cada lugar, probando todo lo que se me pone a mi alcance. 

Me encanta viajar solo o acompañado por una persona. Eso me permite adentrarme con mucha más intensidad en el lugar al que me dirijo. Sumergirme de lleno en su cultura, su estilo de vida, sus costumbres y ser partícipe de ello. Ese es mi reto, así son mis viajes, así quiero que sea esta nueva aventura que se me presenta por delante y la cual, estoy seguro, será un experiencia vital. 

Voy a explicar dos de las formas de lograr que mis viajes sean únicos. 

Medio de transporte: Mi medio de transporte favorito es el hitchhiking. La incertidumbre de no saber quién, cuándo te van a coger, ni hasta dónde podrás llegar... es algo que es excitante y en algunos casos he pasado horas e incluso días esperando en alguna carretera a que alguien parara. Pero cuando ese momento llega todo cambia. Ves la luz y te das cuenta porque vale la pena seguir luchando y no arrojar nunca la toalla. 
Algunas de las conversaciones, muchas de ellas a través de gestos, más interesantes que he tenido han sido encima de la parte trasera de un 4x4 mientras me dirigía a algún lugar completamente desconocido. 

Alojamiento. Una de las formas más apasionantes y bellas de hospedaje que he podido vivir ha sido la de dormir en casa de gente que acabas de conocer, a veces por casualidad, a veces por destino. Sin planearlo, completamente improvisado. Son impresionante los lazos de unión que pueden llegarse a formar entre dos personas en tan poco tiempo. Te pasas la noche entera contando historias sobre una civilización que para ti es el pan de cada día pero que para ellos supone un mundo completamente nuevo. Algun dia te paras a preguntar una direccción a alguien y esa persona acaba siendo alguien importante en tu vida. Cuando viajas te das cuenta que el hecho de ser viajero se convierte en una fuente de mucho valor para mucha gente. El mero hecho de tener una persona en casa durante una noche con la que poder compartir una conversación es el billete de entrada a millones de hogares de todo el mundo. 

Pensando en dónde ir este veranito. Creo que de repente tengo una idea....
Saaaaaaaaambaaaaa! :P