domingo, 6 de mayo de 2012

Proactivismo Vs. Reactivismo



Probablemente hayais oido hablar de Viktor Emil Frankl, un neurologo-psiquiatra que sobrevivió entre 1942 y 1946 a varios campos nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. En 1946 escribió su libro Man's Search for Meaning ( El hombre en busca del sentido) donde acuñó por primera vez el término proactividad.

"A veces era preciso tomar decisiones precipitadas que, sin embargo, podían significar la vida o la muerte: El prisionero hubiera preferido dejar que el destino eligiera por él. En aquellos minutos en que tenía que reflexionar y decidir- y siempre era cuetión de unos minutos- sufría todas las torturas del infierno. ¿Debía intentar escaparse?¿Debía correr el riesgo? También yo experimenté este tormento".

Algunos podrían pensar que se salvó porque la suerte estuvo de su lado, y pese a que sin duda seguramente jugara un papel  importante, lo cierto es que fue su actitud lo que le perdonó la vida.  La proactividad es una actitud en la que la persona asume el pleno control de su conducta vital de modo activo, lo que implica la toma de inciativa en el desarrollo de acciones creativas y audaces para generar mejoras, haciendo prevalecer la libertad de elección sobre las circunstancias de la vida.

La proactividad no sólo implica tomar la iniciativa sino asumir la responsabilidad de las acciones que deriven de ello. Ser proactivo implica tener control sobre uno mismo, ser el capitán de nuestro navío y dirigirlo por aquella ruta que uno cree más convniente. Steven Covey considera que la esencia de la persona proactiva es la capacidad de liderar su propia vida. Al margen de lo que pase a su alrededor, la persona proactiva decide cómo quiere reaccionar ante esos estímulos y centra sus esfuerzos en su círculo de influencia, es decir, se dedica a aquellas cosas con respecto a las cuales puede hacer algo.

Lo opuesto a la proactividad es la reactividad. El que es reactivo se ve controlado por las circunstancias que le rodean y adopta una actitud pasiva. Se ven afectados por el entorno, las condiciones, el ambiente social. La persona reactiva no depende de ella misma para estar bien. Sólo se siente bien si su entorno está bien.  Centran sus esfuerzos en el círculo de la preocupación: en los defectos de otras personas, en los problemas del medio y en circunstancias sobre las que no tienen ningún control. No tienen libertad de elegir sus propias acciones. El entorno en el que se mueven decide por ellos.

Bateman y Crant consideran que las personas proactivas se caracterizan por lo siguiente:

1.    Están buscando continuamente nuevas oportunidades.
2.    Se marcan objetivos efectivos orientados al cambio.
3.    Anticipan y previenen problemas.
4.    Hacen cosas diferentes, o actúan de forma diferente.
5.    Emprenden la acción y se aventuran a pesar de la incertidumbre.
6.    Perseveran y persisten en sus esfuerzos.
7.    Consiguen resultados tangibles, puesto que están orientadas a resultados.


¿Por qué es importante ser proactivo?

Comportarse proactivamente es fundamental para ser capaz de sobrevivir y tener éxito en una sociedad tan exigente y competitiva como la actual. El perfil más demandado es aquel que se adapta a lo inesperado y que sabe gestionar la incertidumbre sin miedo.
Cualquier persona, sea trabajador, emprendedor o pequeño empresario tiene mas posibilidades de triunfar si se comporta de una manera proactiva. Es fundamental que seamos conscientes que podemos lograr ese cambio. Tal como decía Ana Muñoz en una entrevista:

“Según vivimos en un mundo lleno de normas e ideas preconcebidas acerca de lo que debemos ser, hacer e incluso sentir. Desde la infancia sentimos una fuerte presión de hilos invisibles que nos empuja en direcciones predeterminadas. Así, no es raro que acabemos muchas veces llevando vidas insatisfactorias y sin sentido, haciendo trabajos con los que no disfrutamos, o inmersos en relaciones destructivas o vacías. Si lo estás viviendo sin duda lo sabes, pero lo que tal vez no sepas es que todo eso se puede cambiar, en cualquier momento y tengas la edad que tengas”.


No debemos quedarnos sentados en el sofá de casa esperando a que suene el teléfono y nos ofrezcan el trabajo de nuestras vidas. Tampoco debemos caer en el error de instalarnos en la queja anti-sistema si nuestro objetivo es cambiar la situación actual. Somos los responsables de gestionar nuestras carreras. La mayoría de gente se engaña atribuyendo la responsabilidad de nuestros fracasos al entorno pero lo cierto es que si nos convertimos en agentes activos de cambio, tenemos iniciativa y voluntad podemos hacer frente a cualquier obstáculo.

Y tú cómo te consideras, ¿proactivo o reactivo?

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